¡ Que bestias somos !, cuando somos capaces de meternos en lugares que sabemos de antemano que no podremos salir, y cuando estamos ya con el barro hasta el cuello, nadando en el agua o colgados de algún terraplén, es cuando tenemos que aplicar todas las astucias y material de desatasco disponible para salir del atolladero. En primer lugar tenemos que estudiar el terreno y ver las limitaciones físicas del vehículo, no intentaremos salir a lo bestia, pues lo único que conseguiremos es una posible avería, volcar o un atasco aun peor.
Lo primero que haremos es utilizar las planchas y eslingas con tirones de otro vehículo pero si con esto no sale lo mejor es utilizar la artillería.
El cabrestante, es un aparatito de fácil uso, pero peligroso por lo que daré unas nociones básicas de su funcionamiento.
En primer lugar buscaremos donde anclar el cable, los árboles y las rocas son los mas frecuentes, pero tienen que ser lo suficiente fuertes para soportar la tracción, la sujeción la haremos lo mas baja posible, es donde ofrece mayor resistencia. En los árboles utilizaremos la eslinga corta u ancha, si no es ancha le daremos varias vueltas al árbol para no dañar su corteza. ¡ NUNCA ! Sujetaremos el cable del winch sujeto así mismo con el gancho en ningún punto de sujeción ( dañaríamos el cable ).
También podemos sujetar el gancho a otro vehículo, pero... El vehículo que lo sujeta estará frenado, con calzas en las ruedas, y en " PUNTO MUERTO ", para no forzar la transmisión.
Cuando no tengamos a tiro ni árboles ni rocas, la cosa se pone difícil, pero no imposible. Una solución es hacer un buen y profundo agujero con la pala y enterrar la rueda de repuesto en vertical y la eslinga sujeta en la parte inferior de la llanta, otra solución es clavar estacas inclinadas contra tracción, también podemos enterrar troncos, traviesas o cualquier cosa que encontraremos en el terreno. Pero la solución final es el ancla, como las que se utilizan en náutica para el 4x4 se comercializan unas plegables y que su utilizacion es mas bien facil pues solo hace falta que algún compañero la sujete con la pala hacia el suelo y con la tracción del cabrestante, se incrusta en el suelo, y como mas tiremos, mas se hunde.
En cuanto tengamos el cable sujeto, el conductor llevara el mando del winch desde el interior del vehículo (pasando el cable por la ventanilla, para no segar el cable con la puerta ), un acompañante desde el exterior dirigirá la operación, controlando el enrollado del winch, la posición de las ruedas y las sujeciones.
El enrollado del cable será lo mas recto posible, procurando no se amontonen las espiras en el mismo sitio. Cuando el cable esta bajo tensión , lo protegeremos con una manta u otro objeto sobre el el. En caso de rotura, el cable es como un látigo que puede incluso partir una persona, nunca pasaremos por encima del cable cuando esta en tensión, se puede romper en aquel momento y... podemos perder algo valioso.
El gancho, en el punto de anclaje lo pondremos con la abertura hacia arriba, si se suelta sale hacia el suelo.
Cuando tengamos la duda de si la fuerza de nuestro cabrestante es suficiente para sacarnos (como en el caso de que estemos totalmente hundidos en barro), utilizaremos la "polea de reenvio", con ella duplicamos la fuerza de traccion del winch y no lo haremos trabajar a plena potencia.
A plana potencia el cabrestante puede descargar la bateria en cinco o diez minutos, por lo que es importante trabajar con el motor del coche en marcha, así el alternador ayudara a la alimentación del winch.
En esta fotografía podemos ver el uso del ancla, en este terreno cuesta bastante hundirla , pero después de algunos intentos el vehiculo que veis salio gracias a ella.
Después de utilizar el cabrestante y principalmente si hemos estado en barro, sacaremos el cable desembragado y tirando de el, nunca sacaremos todo el cable, dejaremos varias vueltas, (así non aseguramos que enrollamos el cable bien, el cable siempre entrara por la parte inferior, si se enrolla al contrario, no tendremos el freno y puede producirnos mas de un susto), después de limpiarlo con agua, lo volvemos a enrollar con una mano en el mando y la otra con un guante grueso guiaremos el cable (no muy cerca de los rodillos).
Si hemos sumergido el cabrestante en algún vadeo, le pondremos punto muerto y lo tendremos en marcha varios minutos, para que con el calos se evapore la condensacion
Una vez al año o mas (según su uso), procederemos a desmontarlo para limpiar el barro acumulado, revisar escobillas y engrasarlo.
Cuando el cable presente hilos sueltos (aparte del peligro para las manos), disminuye su resistencia, por lo que procederemos a cambiarlo.
Un cabrestante manual o tirfor, también nos puede sacar de muchos apuros, es un método lento pero seguro.
También podemos utilizar como cabrestante el gato hi-lift, pero de el hablare en otra sección.