El Rif alberga la zona de cultivo de cannabis mas grande del mundo con unas 135.000 Ha., aumentando su cultivo desde 1980, debido a la creciente demanda europea, el comercio del cannabis es la primera fuente de ingresos de la región, participan en ello unas 800.000 personas, aunque los agricultores no obtienen grandes beneficios.
La planta se introdujo en los alrededores de Ketama en el siglo XV, en 1912, España concedió el derecho a cultivar cannabis a unas tribus del Rif, en 1956 cuando Marruecos obtuvo la independencia se prohibió, pero después de que ello produjera conflictos, Mohammed V permitió su cultivo en el Rif.
Las grandes partidas de hachís marroquí (marihuana concentrada) entran clandestinamente a Europa en barco y en pequeñas y potentes lanchas motoras, pueden ir y volver de España en menos de una hora, los puntos de salida son: Martil, Oued Laou y Bou Ahmed, también se mandan vía Puertos de Nador, Tetuan, Tanger y Larache, también lo exportan oculto en camiones y automóviles embarcados en los ferries que salen de Ceuta, Melilla o Tánger.
La mitad de todas las incautaciones del mundo, la mitad tienen lugar en España, pero las ultimas incautaciones de coca y hachis embolsadas juntas sugieren que los traficantes eran colombianos que podrían haberse involucrado en el negocio.
Pero no nos engañemos, hace tiempo que Marruecos ha dejado de ser el paraíso hippy, se cultivan grandes cantidades de quif, pero son frecuentes las redadas y no es un país que sea aconsejable conocer el estado de sus cárceles.
Actualmente la legislación marroquí prohíbe la posesión, venta, compra, distribución y transporte de cannabis.
En caso de detención, la condena es una pena de prisión de tres meses a cinco años y/o multa de 240 a 24.000€, la absolución en los casos relacionados con la droga es prácticamente inexistente.
En caso de tener problemas con asunto de drogas, se debe llamar primero a la embajada del país de origen, no es raro en algunos casos encontrar policías corruptos implicados en estafas, asimismo será difícil que nos proporcionen un interprete, y mas difícil que este interprete traduzca fielmente la declaración. Según declaración de ciertos grupos de los derechos humanos, no es raro el abuso físico durante el arresto.